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John Szabo: “Los vinos volcánicos son inigualables”
El primer Master Sommelier canadiense es experto en regiones vinícolas volcánicas, y nos lleva de aventura por las más notables de Europa
Además de maestro sumiller, Szabo es autor de varios libros, uno de ellos titulado Volcanic Wines: Salt Grit and Power, y cofundador de la conferencia Volcanic Wines International que se celebra anualmente en Nueva York. Es evidente, por tanto, que Worldcanic ha contado con el mayor especialista en la materia para abordar el tema que hoy ha protagonizado la última jornada del salón. Así, desde las Islas Afortunadas hasta el Arco Volcánico del Sur de Europa, pasando por los volcanes activos de Italia y los extinguidos de la Europa continental, Szabo ha ido presentando algunas de las variedades de uva más singulares de la región.
Unos vinos volcánicos que “son muy distintos porque dependen del tipo de lava, de la edad del volcán, o de su actividad”, pero que presentan como características comunes una mayor acidez y mineralidad, lo que les hace “más sabrosos y salados por el gran aporte de minerales del suelo, sobre todo de socio, potasio y magnesio. Además son vinos más secos, porque la tierra es rocosa y menos fértil, por lo que la viña no retiene tanto la humedad”, explicaba, invitando a no decaer en el conocimiento de los vinos volcánicos pese a que “educar el paladar requiere un largo camino hasta llegar a entender y disfrutar de todos sus matices".
Desde la Macaronesia hasta Hungría, pasando por Santorini y la Italia del Vesubio
Ha empezado la ruta por Azores, Madeira y Canarias. De las primeras, degustando un Arinto de Azores Antonio Maçanita de la isla de Pico, ha contado que cultivan en terrazas cuadradas y cercadas con piedras para proteger las viñas del viento. En cambio, en Madeira se cultivan suspendidas en pérgolas latadas, y en Lanzarote en hoyos, y aquí es “donde se da el menor rendimiento por hectárea de Europa”, explicaba, dando a probar un Chupadero listán blanco 2022, “el mejor vino volcánico de Jable de Tao”, y un Malvasía Volcánica sobre lías y barrica 2023 de Bodegas La Florida.
Ha seguido en Grecia, concretamente en la isla de Santorini, “donde casi todo el suelo es roca, por lo que no existe la filoxera y por eso es una de las cepas más antiguas del planeta”. Allí cultivan con un sistema radicular en forma de cesta, que protege el fruto del viento en su interior, tapado por las hojas. “Esto hace que puedan vivir hasta 300 años, al resistir mejor las condiciones extremas del clima”, decía, y presentaba un Assyrtiko Gaia Estate Santorini, “que tiene un pH similar al de los vinos del norte de Alemania”. Y después ha repasado Italia, con las regiones de Soave, que combina zonas basálticas con calcáreas, y Campania, donde dejan crecer las viñas a gran altura, pareciendo “monumentos vivientes”. Por último, ha destacado la uva Kéknyelű de Hungría, “la reina de la cepas volcánicas, por su gran concentración de potasio”, y la región húngara de Tokaj, “una de las más ricas del mundo para los geólogos”.